Tener la oportunidad de compartir con otros acerca de Dios es un gran privilegio. Nosotros nos sentimos grandemente bendecidos al poder hacerlo. Bienvenidos al Saludo Semanal hermanos y amigos. Dios les bendiga a todos.
La biblia nos enseña acerca de las relaciones fraternales que debemos cultivar como hijos de un mismo Padre. Indudablemente son muchas las cosas que debemos hacer para alcanzar esto que es tan importante para Dios. Veamos una de ellas:
1Tesalonisenses 5:11 Por eso, anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo vienen haciendo.
Proverbios 31:28-29 Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba: Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú sobrepasas a todas.
La instrucción dada por Dios en esta porción de su Palabra, es la de animarnos y edificarnos mutuamente. Esto debe ser de gran significado para nosotros ya que la vida se vive por momentos. Habrá, entonces, algunos momentos de grandes satisfacciones y otros de profundas desilusiones. También experimentaremos derrotas en las cuales decaerá nuestro ánimo, y descenderá nuestra autoestima al punto de no querer continuar la carrera que tenemos por delante. Es en momentos como estos que vamos a requerir a nuestro alrededor de personas que nos sirvan de apoyo para levantar el ánimo.
Una de las formas más efectivas para ayudar a nuestros hermanos a mantener buen estado de ánimo, es afirmándolos en lo que están haciendo. Nada ayuda más a una persona a seguir adelante, que el que se le reconozca las cosas buenas que hace y expresárselo. Es lo que nos enseña Dios en Proverbios 31:28-29. Una mujer a la cual sus hijos y su marido le reconocen su dedicación a ellos y se lo expresan. Qué bueno es que pudiéramos aprender esa lección y ponerla en práctica, ya que siempre resulta más fácil para nosotros criticar y descalificar, que hacer reconocimiento de lo bueno que hay en los demás.
Estamos tan distraídos en el vertiginoso ritmo que la sociedad le ha imprimido a nuestra vida, que olvidamos que esta va a terminar algún día. Debemos pensar que esto sucederá. El problema es que no sabemos cuándo va a suceder. No sabemos cuándo será ese día. ¡¡¡Qué bueno es decir a quienes nos rodean, a quienes amamos, a quienes deseamos toda bendición, que ellos son especiales e importantes para nosotros y que valoramos lo que están haciendo!!! De entre las personas que los rodean escojan hoy a alguien a quien expresárselo… Llámenlo(a) y díganselo. Visítenlo(a) y denle un abrazo. O simplemente escríbanle un correo manifestándoselo… Esto les hará sentirse bien con ustedes mismos y con Dios.
El archivo adjunto nos desafió grandemente. Les recomendamos que no dejen de leerlo.
Que el Soberano Dios a quien pertenecemos y a quien servimos nos use constantemente como instrumento de ánimo a otros.
Pastor Efrahim y Rebecca.
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